Osteopatía

1 - Un buen Osteópata actúa directamente en la causa del problema

A diferencia de otros profesionales, los Osteópatas no nos dedicamos a tratar síntomas. Entendemos que los síntomas que se presentan en el paciente son la consecuencia de una causa principal que los provoca, y que por lo general, dicha causa no suele estar en el mismo lugar que donde aparece el síntoma. Gracias al principio de Globalidad por el que nos regimos, es posible entender que una alteración visceral, por ejemplo, una gastritis crónica, puede provocar un dolor de espalda, o que un problema ocular o mandibular puede alterar todo el sistema de equilibrio y producir contracturas dolorosas en cualquier parte del cuerpo.

2 - El tratamiento Osteopático respeta tu cuerpo

“Encuentra la lesión, corrígela y deja a la naturaleza hacer”. Este es uno de los 3 principios básicos de todo Osteópata. Entendemos muy bien cada proceso de tu organismo. Ya sea un proceso inflamatorio, un proceso crónico u otro tipo de proceso, aplicamos con las técnicas Osteopáticas exactamente lo que tu cuerpo necesita para llevar a cabo una recuperación óptima. Nunca aplicamos algo que vaya en contra de lo que tu cuerpo está realizando en cada momento, a diferencia de la medicina tradicional, que tiene tendencia a intervenir bloqueando los procesos biológicos de tu cuerpo.

3 - El objetivo del tratamiento Osteopático es la autocuración de tu cuerpo

Nos dedicamos exclusivamente a estimular los mecanismos de autorregulación de tu cuerpo, mejorando la microcirculación, recuperando elasticidad en los tejidos y liberando los bloqueos articulares que tengas en tu organismo. De esta forma enviamos un “mensaje” al sistema nervioso para que se reequilibre, provocando una respuesta global de armonización de tu cuerpo.

4 - El tratamiento no tiene efectos secundarios no deseados

En los tratamientos Osteopáticos no existen efectos secundarios no deseados. Sí que existen reacciones del cuerpo necesarias para reequilibrar los sistemas corporales, pero estos efectos no son negativos para ti… ¡todo lo contrario! Después de los tratamientos hay un periodo de 24-48hs en el que tu cuerpo responde al estímulo dado. Por este motivo es posible que después del tratamiento te notes cansado/a e incluso ocasionalmente con mareo o fiebre… Todos ellos son procesos de recuperación y reequilibrio orgánico que se producen cuando se activa tu sistema nervioso autónomo. Tu cuerpo en ese momento te pide descanso para concluir tu recuperación.

5 - El buen Osteópata se guía por el estado de tu tejido, no por etiquetas médicas

Tu cuerpo y tú nos dais toda la información que necesitamos para realizar el tratamiento con éxito. Que acudas a la consulta diagnosticado médicamente de lumbalgia – que significa dolor lumbar – poco nos aporta, ya que las posibles causas del dolor lumbar son numerosas… Por este motivo centramos la atención en lo que tú nos cuentes y en dónde tu cuerpo tiene restricciones que producen los síntomas que describes. Tenemos nuestras propias herramientas efectivas de diagnóstico osteopático.

6 - Los efectos del tratamiento son inmediatos

Siempre que realizamos un tratamiento, recibimos inmediatamente la respuesta de tu organismo. Podemos observar como la postura, la movilidad y la elasticidad del tejido, entre otros factores que medimos en tu cuerpo, mejoran inmediatamente. En la mayoría de casos, el alivio del síntoma por el que se acude a consulta también es inmediato.

7 - Aunque tú acudes por un problema concreto, el buen Osteópata mejora todo tu organismo.

Gracias a que el tratamiento que realizamos se enfoca en que sea tu cuerpo el que se autorregule, los efectos que se producen son globales. Los estímulos que recibe tu sistema nervioso hace que reaccionen todos tus sistemas, mejorando la circulación, estimulando tu sistema inmunitario y regulando tu hormonal, provocando que el efecto del tratamiento se transmita a todas las partes de tu cuerpo.

8 - El buen Osteópata, tiene muy buenos resultados donde otros profesionales no

Dado que nuestro diagnóstico lo basamos en lo que tu cuerpo nos dice y no en hipótesis o estadísticas, es posible que tratemos procesos de tu cuerpo que otros profesionales no y que los resultados sean muy satisfactorios. De esta forma, somos muy eficaces tratando neuralgias, hernias discales, cefaleas, vértigos, problemas digestivos, ginecológicos e incluso hormonales, entre otras muchas posibilidades.

9 - Te ahorrarás tomar mucha medicación

Sin duda, una de las mejores razones para visitar a un buen Osteópata es que tras el tratamiento, no será necesario que tomes medicaciones que sí tienen efectos negativos sobre tu salud. Reducirás e incluso eliminarás la ingesta de medicamentos del tipo paracetamol, omeoplazol, lyrica, cortisona, y tantos otros que en muchos casos entorpecen tu propia recuperación. En este punto recomendamos una buena comunicación entre el Osteópata y tu médico de cabecera o especialista para coordinar los tratamientos.

10 - La Osteopatía no crea dependencia

No necesitas acudir continuamente al Osteópata. En un primer momento, en los casos más delicados, será necesario realizar varias sesiones periódicas. A medida que tu recuperación avance, los cambios en tu organismo serán más duraderos y si además sigues las recomendaciones en tu día a día que te ofrecemos en consulta, muy posiblemente no tengas que acudir más por ese problema a la consulta. Recuerda que el mejor terapeuta no es el que alivia tu síntoma, si no aquel que te ayuda a que disuelvas el problema. Si cada mes necesitas ir al terapeuta porque vuelve a aparecer tu síntoma, es porque la causa original aún no se ha abordado. Gracias a la efectividad del tratamiento Osteopático, en la mayoría de los casos, con 2 o 3 sesiones ya hay una gran mejoría, y con alguna sesión más te ayudamos a que disuelvas por completo tu problema.

“LOS DEDOS QUE SIENTES Y VEN COMO EL TEJIDO SE MUEVE, ES EL ARTE DE LA OSTEOPATÍA”